En la Fundación Esther Koplowitz, nos dedicamos a mejorar la calidad de vida de las personas mayores, ofreciendo programas innovadores y llenos de significado. Uno de nuestros proyectos más especiales es “Los Viernes de la Residencia,” una iniciativa que busca estimular el conocimiento, el encuentro y la alegría en nuestros residentes. En esta entrada del blog, compartimos una enriquecedora entrevista con el precursor de este ciclo de conferencias: Javier López Galiacho Perona, profesor universitario, directivo y académico de la Real Academia Europea de Doctores, además de un valioso colaborador de nuestra Fundación. Un gran amigo de nuestra organización y una persona excepcional que siempre está al lado de nuestros mayores, esta vez para hablarles sobre los 50 lugares de España declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Entrevista con Javier López Galiacho
¿Le importaría presentarse y decirnos a qué se dedica?
Soy Javier López Galiacho Perona, profesor universitario, directivo, académico de la Real Academia Europea de Doctores y sobre todo colaborador de esta maravillosa fundación de doña Esther Koplowitz.
¿Qué tipo de experiencias espera que los asistentes se lleven de Los Viernes de la Residencia?
En cuanto a experiencia de los viernes de la residencia, yo creo que nuestros mayores desde hace unos años que se puso esto en marcha con doña Esther y tuve el honor de colaborar intensamente en los primeros años, pues es un ejercicio de conocimiento, de repaso, aconteceres de nuevas disciplinas que creo que, desde el punto de vista de tratamiento a nuestros mayores para mantenerles en la vida directamente, me parece un ejercicio único en España entre las residencias de este tipo. Por tanto, creo que nuestros mayores salen mucho mejor cada viernes de cómo entran, olvidándose de sus problemas, conociendo nuevas disciplinas. En definitiva, viviendo un momento que nunca van a olvidar.
¿Qué papel cree que juega la cultura en la integración de las personas mayores en la sociedad?
La integración de las personas mayores en la sociedad me parece una cuestión clave porque, como siempre que vengo a esta residencia estos viernes, les recuerdo a ellos, son lo mejor que tiene la sociedad española por su experiencia, por su sensibilidad, por haber sido personas que muchos de ellas han tenido que luchar con unos medios en contra y han podido sacar adelante sus propias vidas y las vidas de su familia. Por tanto, en las residencias de mayores, sobre todo está la sabiduría de un país y eso no lo podemos olvidar como sociedad. La sociedad que lo olvida está condenada a cometer un error muy importante. Por tanto, yo les animaría a todos que colaboren, que sean voluntarios de estas residencias de mayores porque lo que nos ofrecen nuestros mayores es mejoría en nuestra forma de entender la vida.
¿En qué medida considera que este tipo de iniciativas pueden ayudar a romper barreras generacionales?
Las barreras generacionales existen hoy en día, no solamente afectivas donde entre jóvenes y mayores cuesta tener relación, sino también en lo que se conoce como la brecha digital. Se ha producido como un adelantamiento por parte de nuestros jóvenes con la tecnología y parece que los mayores se han quedado detrás. Pero creo que es importantísimo que la gente joven se mezcle, se entremezcla, comparta experiencias con nuestros mayores y al revés, que nuestros mayores también compartan su vida, sus recuerdos, sus lecciones de vida con nuestros jóvenes. El problema es que a veces se encuentran estas barreras, estas trincheras entre la gente más joven y los mayores, cuando nuestros jóvenes se enriquecerían enormemente. Creo que hay que abrir las residencias ahora que nuestros mayores ya muchos de ellos no están viviendo porque antes vivían en nuestras familias, vivían en nuestras casas. Creo que es importantísimo que se produzca esa mezcla entre gente joven, entre mayores, y que en todo caso rompamos a través de actividades como las que realiza extraordinariamente la Fundación Esther Koplowitz, esas barreras que existen, que son reales, pero que día a día gracias a esta labor se están rompiendo.
¿Qué significa para usted personalmente, ser parte de un proyecto que mejora la calidad de vida de los mayores?
Para mí es muy importante estar en un programa de este tipo, sobre todo porque además tuve la inmensa suerte de ponerlo en marcha con doña Esther Koplowitz ya hace unas décadas y la verdad que como siempre he dicho creo que dentro de mi experiencia profesional y vital el paso por los viernes de la residencia hay un antes y un después porque me ha fortalecido como persona porque he conocido el cariño de nuestros mayores porque les he intentado dar lo mejor y ellos me han dado incluso mucho más de lo que yo les he podido dar. Por tanto, para mí es una suerte vital y profesional y hay un antes y un después de estos viernes de la residencia. Por tanto, lo que animo es a que más invitados, más voluntarios se sumen a esta línea de trabajo que tiene la Fundación de Esther Koplowitz, de lo cual siempre digo lo siguiente: si hubiera muchas personas como doña Esther Koplowitz el mundo sería mucho mejor de como lo tenemos hoy.
¿Qué le ha parecido su participación en Los Viernes de la Residencia?
Pues como sensaciones de mi paso por Los Viernes de la Residencia ha sido volverme a reencontrar, aunque no hace mucho estuve dándoles otra charla recordando a Conchita Velasco a esta actriz icono de España, pero sobre todo lo que hemos intentado hoy es hacer un repaso por los sitios declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO por la institución mundial de la educación y de la cultura y este paseo les ha hecho no solamente para adquirir conocimiento sino sobre todo porque muchos casos ellos ya habían pisado estos sitios, La Alhambra, eh la Mezquita, eh Toledo, Aranjuez y lo que ha hecho es recordarles también ese momento en que lo vivieron, cómo se encontraban, con quién lo compartieron. Por tanto creo que les hemos abierto un melón dulce de recuerdos muy bellos sobre también pasajes de su vida.
¿Cómo valora la aportación de la Fundación Esther Koplowitz a la sociedad?
La aportación de la Fundación Esther Koplowitz a la sociedad me parece fundamental porque toca diversos campos de actuación que son imprescindibles: la sanidad, la medicina, la asistencia a los más desfavorecidos y otros proyectos también a estudiantes sin recursos. Creo y lo he dicho ya en otros momentos, que gracias a esta fundación el mundo es es mejor, ¿no? Creo que lo que ha hecho y sigue haciendo doña Esther Koplowitz es una labor digna de encomio, de aplauso, yo diría universal porque personas como ella hay muy pocas en el mundo. Ella es todo bondad y lo que ha tenido ha preferido en vez de guardárselo, dárselo a los demás, a los mayores, a los niños, a los jóvenes, a los más desfavorecidos. Por tanto, me parece una fundación y conozco bien el mundo fundacional porque también soy profesor de un gobierno en fundaciones. Quiere decir que me parece que es una aportación fundamental la que hace la Fundación de Esther Koplowitz para que tengamos en tiempos de turbulencia un mundo mucho mejor.
Esta entrevista con Javier López Galiacho nos recuerda la importancia de valorar y apoyar a nuestros mayores, fomentando la integración generacional y proporcionándoles espacios de crecimiento y alegría. Agradecemos a Javier su tiempo y reflexiones, que sin duda inspiran a nuestra comunidad y a quienes deseen construir un mundo más justo y compasivo. La Fundación Esther Koplowitz continúa comprometida con esta misión, trabajando para que cada día sea una oportunidad de aprendizaje y felicidad para todos.