La cirugía robótica ha supuesto un gran avance en el campo de la ortopedia, permitiendo una mayor precisión en la colocación de prótesis de rodilla y mejorando los resultados para los pacientes. En España, uno de los principales impulsores de esta técnica es el Dr. Pedro Guillén, referente en traumatología y miembro destacado de la Real Academia Nacional de Medicina de España, de cuyo patronato es miembro nuestra fundadora Esther Koplowitz.
Gracias a la labor del Dr. Guillén y a la incorporación de la tecnología Mako SmartRobotics™, se han realizado más de 2.400 prótesis de rodilla y 300 de cadera con asistencia robótica. Este sistema de cirugía robótica en prótesis de rodilla y cadera permite una planificación más detallada y una ejecución más precisa, lo que se traduce en menor dolor postoperatorio, una recuperación más rápida y una mayor durabilidad de los implantes.
«La Cirugía Asistida por Robot (CAR) mejora la selección del tamaño de los componentes protésicos, así como su posicionamiento y su alineación. El brazo robótico permite una mayor precisión de las resecciones óseas y un mejor balance de los tejidos blandos, lo que sin duda conduce a una mayor supervivencia del implante protésico», afirmó el Dr. Pedro Guillén.

El Dr. Pedro Guillén y su pionera labor en la cirugía robótica de prótesis de rodilla
El Dr. Guillén ha sido un pionero en la adopción de tecnologías innovadoras en cirugía ortopédica, contribuyendo al desarrollo de nuevas técnicas que benefician tanto a pacientes como a profesionales del sector. Su compromiso con la investigación y la formación ha permitido que la cirugía robótica se consolide como una alternativa eficaz para mejorar la calidad de vida de las personas con problemas articulares.
Este avance en la cirugía robótica de prótesis de rodilla representa un hito en la medicina moderna y sigue abriendo nuevas posibilidades en la cirugía ortopédica, marcando el camino hacia procedimientos cada vez más seguros y personalizados.
El primer robot Da Vinci en España: una donación histórica de la Fundación Esther Koplowitz
En junio de 2006, la Fundación Esther Koplowitz hizo historia al donar el primer robot quirúrgico Da Vinci al Hospital Clínico de San Carlos de Madrid. Esta tecnología ha revolucionado la cirugía robótica, permitiendo procedimientos menos invasivos con una precisión superior a la cirugía laparoscópica. Gracias a esta donación, el Hospital Clínico se convirtió en el primer centro del sistema público de salud en disponer de este avanzado robot, además de ser pionero en su integración en un Plan de Cirugía Robótica, abriendo nuevas posibilidades tanto en la atención al paciente como en la investigación y la formación médica.