En el marco del ya tradicional ciclo de conferencias «Los Viernes de la Residencia», tuvimos el placer de recibir a la Tuna de Peritos Industriales de Madrid (informática y navales). Los tunos, con su alegría característica y su impecable música, ofrecieron un concierto inolvidable para nuestros residentes.
Desde el primer momento, la música de la Tuna contagió su entusiasmo y vitalidad a todos los presentes. Con sus instrumentos tradicionales y sus trajes llenos de historia, lograron crear un ambiente festivo y emotivo. Nuestros mayores corearon las canciones y bailaron al ritmo de la música, disfrutando de un momento de alegría y conexión.
Los miembros de la Tuna expresaron su satisfacción por poder compartir su música con aquellos que más lo necesitan. «Es muy bonito poder traer nuestra música a esta gente que tan necesitada está de amor y de música. Se nota que lo agradecen«, comentaban emocionados.
Desde la Fundación Esther Koplowitz, queremos agradecer de corazón la participación de la Tuna de Peritos Industriales de Madrid. Su música y su alegría hicieron de este viernes un día especial y lleno de emociones para nuestros residentes.
¡Gracias por compartir vuestro talento y cariño con nosotros!
ENTREVISTA A LA TUNA DE PERITOS INDUSTRIALES DE MADRID
«Bueno, lo primero de todo presentarnos. Somos integrantes de la Tuna de Peritos Industriales de Madrid, Informática y Navales, y queremos agradecer el habernos llamado desde la Fundación Esther Koplowitz para venir a tocar aquí a estas personas tan bonitas y poder traer nuestra música a esta gente que tan necesitada está tanto de amor como de música, y que además se nota que lo agradecen. Nosotros también lo agradecemos, nos gusta mucho hacer estas cosas y al final como digo, es una cosa muy bonita de hacer.
Venir a sitios como este es una grata situación, lo pasamos muy bien, nos sentimos muy llenos y es la vida, es la historia de nuestra vida. Vamos, básicamente, a traer alegría y felicidad a la gente. Eso es lo más gratificante, por lo menos venir y ver la alegría que tienen. Gente más mayor que además que están que no se pueden levantar y cuando nos ven se ponen a bailar y nos sacan a bailar a todos.
Y se saben las canciones. Bueno, bueno…
Que no es tan común hoy en día. Así que, es una alegría ver la sonrisa y ver que están ahí moviéndose. Hay unos bailando, otros que no, pero todos llevan así como el ritmo y dices, pues está llegando. Entonces eso es muy bonito, pues esto no va a ser todo cachondeo y tal.
¡Pero esto también es cachondeo!
¡También, también!»