La ciencia también puede ser arte. Y pocas pruebas tan elocuentes de ello como el Concurso de Fotografía Científica del IDIBAPS, que en su VIII edición ha vuelto a convertir el Centro Esther Koplowitz de Barcelona en un espacio de encuentro entre investigación, creatividad y divulgación.
Impulsado por el IDIBAPS –el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer, en colaboración con el Hospital Clínic de Barcelona–, el certamen tiene como objetivo visibilizar la belleza y complejidad del trabajo científico desde una mirada estética, accesible y emocional. Una apuesta por la divulgación a través de la imagen, que acerca la investigación biomédica a la sociedad y pone en valor el trabajo de quienes dedican su día a día a desentrañar los secretos de la vida.

Más de 80 imágenes que combinan ciencia y sensibilidad
La edición de 2025 ha sido un éxito de participación: más de 80 imágenes presentadas, firmadas por investigadores e investigadoras de los distintos centros que integran el ecosistema IDIBAPS. Cada fotografía cuenta una historia: una célula captada al microscopio, un tejido teñido con precisión milimétrica, una muestra experimental convertida en geometría casi abstracta.
De todas ellas, el jurado seleccionó 20 imágenes finalistas que, desde el 6 de mayo, pueden verse expuestas en el vestíbulo del Centro Esther Koplowitz. Un espacio que se convierte así en galería efímera de ciencia visual, abierta a profesionales, pacientes y visitantes.
Premios a la belleza de lo invisible
La entrega de premios del concurso de fotografía científica se celebró el pasado 27 de junio en un acto que contó con la participación de los equipos de investigación y representantes de la comunidad científica del IDIBAPS. El primer premio fue para la imagen «Enredados en lo invisible», de la Dra. Irene Otero, del grupo de Inmunopatología. Una espectacular fotografía al microscopio que muestra una red de células inmunitarias como si se tratara de una filigrana tejida por la naturaleza.

El segundo premio recayó en «Órgano de Corti», de Xavier Contreras, mientras que el tercero fue para «La danza del citoesqueleto», de Silvia Ríos. Además, se entregaron dos accésits y un premio del público, votado a través de las redes sociales y el portal de intranet del IDIBAPS.
La Fundación Esther Koplowitz y su compromiso con la divulgación científica
Desde la Fundación Esther Koplowitz, nos sentimos especialmente orgullosos de acoger esta iniciativa en nuestro centro, que lleva el nombre de nuestra fundadora. Creemos que la ciencia debe inspirar, emocionar y comunicarse con la sociedad, y que iniciativas como este concurso son clave para acercar la investigación biomédica a nuevas audiencias.
Además, nos emociona ver cómo el talento científico encuentra nuevas formas de expresión: no solo en artículos o datos, sino también en imágenes capaces de hablar por sí mismas.
Un espacio para mirar la ciencia con otros ojos
La exposición de las imágenes finalistas estará abierta al público en el vestíbulo del Centro Esther Koplowitz hasta el mes de septiembre. Invitamos a toda la comunidad científica, estudiantes, pacientes y visitantes a descubrir esta colección única que nos recuerda que, muchas veces, la belleza está en lo que no se ve a simple vista.


