Pablo Ussía Valero, ahijado de nuestra fundadora Esther Koplowitz y descendiente de la protagonista del documental, es uno de los autores de “Juana de Oteyza, del dolor a la eternidad.” Una obra que narra la vida de esta noble madrileña que sirvió de inspiración al escultor valenciano Mariano Benlliure para esculpir dos imágenes procesionales de Crevillent, una en Cartagena y otra en Almodóvar del Campo, y que ha sido elaborada por tres jóvenes crevillentes: Antonio Aznar, José Ramón Ortiz y David Alfonso
Estrenado el pasado mes de mayo del 2022 en Crevillent, este trabajo audiovisual está basado en información recopilada en México y España, contando con cientos de diarios de la época y testimonios de descendiente directos de la familia Oteyza, como su sobrino José Andrés o su hijo Ernesto, además de sus bisnietos Pablo y Antonio. Hace unas pocas semanas, todo el equipo encargado de su elaboración presentó el documental en el marco del ciclo de conferencias Los Viernes de la Residencia.
Se puede ver el documental completo aquí:
La vida de Juana Oteyza
Nacida en Madrid en 1890, Juana de Oteyza fue hija de José de Andrés de Oteyza y María del Amparo de la Loma, un matrimonio procedente de una familia bien posicionada que tuvo tres hijos más. Su notoriedad aumentó al contraer matrimonio con Jesús Ussía, perteneciente a la alta sociedad madrileña, con quien tuvo cinco hijos: llamados José Luís, Eduardo, Paloma, Jesús y Antonio.
Juana era una persona muy alegre, bromista, con un sentido del humor increíble, pese a las desgracias que le tocó vivir, inteligente y culta, cercana, dedicada siempre a su familia. Una persona que unía y que dejó huella” s
David Alfonso, uno de los jóvenes crevillentes que han elaborado este documental.
La vida de Juana de Oteyza se vio marcada por la tragedia cuando un terrible accidente de tráfico terminó con la vida de sus hijos Paloma y Eduardo, y dejó gravemente herido a otro de ellos. El documental cuenta cómo el maestro Mariano Benlliure, famoso escultor español considerado como el último gran maestro del realismo decimonónico, al preguntarle por dicho accidente, observó el gesto de dolor de su rostro y quedó impactado, usándolo de modelo para la escayola de Las Tres Marías y San Juan.